por Diana Rodríguez
La noche
bogotana dejó ver algo más que un evento de campaña: fue el retrato de un
movimiento ciudadano que comienza a tomar forma alrededor de la figura de
Gloria Díaz, aspirante al Senado y una de las voces más persistentes en la
defensa de la salud mental en Colombia. Más de mil personas asistieron a su
primer gran encuentro público, una muestra de que su mensaje comienza a calar
más allá de las estructuras partidistas.
El
auditorio, colmado desde temprano, reflejó el ánimo de una ciudadanía que buscó
escuchar de primera mano la propuesta “Sanar a Colombia”, la bandera central de
la campaña. El ambiente fue marcado por un entusiasmo constante, pero también
por la sensación de estar frente a una apuesta política que intenta abrir un
camino distinto, centrado en el bienestar emocional del país.
Asistentes de distintas zonas de Bogotá coincidieron en que el tema, tradicionalmente relegado, encontró en Díaz una promotora que lo elevó a discusión nacional mucho antes de que la agenda pública lo adoptara.
El encuentro
estuvo acompañado por figuras de relevancia en el ámbito político. El concejal Juan
Manuel Díaz intervino para destacar la trayectoria comunitaria de la candidata
y el enfoque social que ha caracterizado su gestión.
El momento
más comentado de la jornada llegó con la presencia de Juan Manuel Galán,
director del Nuevo Liberalismo y precandidato presidencial. En su intervención,
Galán confirmó el respaldo de su colectividad y anunció un hecho clave para el
futuro inmediato de la campaña:
“Gloria Díaz
ocupará el número 4 en la lista al Senado de la coalición entre el Nuevo
Liberalismo, el Partido MIRA y Dignidad y Compromiso. Es una mujer que ha
defendido causas profundas y merece estar en el Congreso”.
A su lado también fue presentado José Castellanos, quien la acompañará como fórmula a la Cámara por Bogotá, consolidando una dupla que busca fortalecer la representación del proyecto en la capital.
Lo que ha
generado atención alrededor de la candidatura de Díaz no es solo el volumen de
su apoyo, sino la claridad de su mensaje. Su propuesta se centra en transformar
el enfoque institucional hacia la salud mental, garantizar rutas de atención
accesibles y derribar prejuicios que, durante décadas, han impedido abordar el
tema con la profundidad necesaria.
Quienes asistieron al evento resaltaron su papel pionero en instalar este debate en el Congreso y en las entidades del orden nacional, cuando aún era una causa poco visible y con escasa priorización.
El masivo
acompañamiento ciudadano, sumado al respaldo de líderes nacionales, proyecta a
Gloria Díaz como una de las candidatas a seguir en la contienda legislativa. Su
campaña, que se presenta como una mezcla entre movilización social y
construcción programática, inicia con un impulso que podría redefinir parte del
debate electoral en torno a los cuidados, la salud integral y las políticas de
bienestar.
Por ahora, la
candidata celebra el respaldo recibido y se prepara para llevar su mensaje a
otras regiones del país. La pregunta que empieza a surgir es si este creciente
movimiento ciudadano logrará trasladarse a las urnas. Lo cierto es que, por
primera vez en mucho tiempo, la salud mental parece estar posicionándose como
un eje central de la conversación política nacional.