Por: Diana Rodríguez
Desde muy
temprano, en la Universidad Javeriana, se podía respirar esa mezcla de
esperanza y responsabilidad. Delegados de ciudades de Ecuador, México,
Argentina, España, Chile y Colombia llegaron con sus historias en la maleta
—experiencias de políticas públicas, proyectos de cuidado, acciones
comunitarias— y también con su corazón abierto. Animales Bogotá+2Animales Bogotá+2
Antonio
Hernández Llamas, con esa serenidad elegante de alguien que conoce las heridas
de la administración pública, abrió el encuentro con una frase que quedó
flotando en el aire: “nuestro propósito es lograr una transformación cultural
que involucre activamente a la comunidad … convertir la participación en el eje
de un ecosistema de cuidado, prevención, protección y respeto por los
animales.” Animales Bogotá Era como si
declarara que Bogotá ya no pensaría en sus perros y gatos como un añadido
urbano, sino como parte esencial del tejido de la ciudad.
Los dos días
se llenaron con paneles, conferencias y mesas de trabajo donde se habló de
legislación, eutanasia, políticas públicas y muchísimas otras aristas. En la
Javeriana, por ejemplo, Virginia Portilla (de Ecuador) invitó a reflexionar
sobre la relación humano-animal desde la paz, mientras que Israel Hernández
(director del instituto animalista de Querétaro, México) planteó visiones más
allá del rescate, una mirada integral al bienestar. Animales Bogotá
Al caer la
tarde del segundo día, 14 de noviembre, la escena se trasladó a la Alcaldía
Mayor de Bogotá, un lugar simbólico para sellar alianzas. Allí estuvieron voces
reconocidas: María González Lacabex desde España, Leandro Fruitos desde
Argentina, Rolando Caiza, alcalde de San Cristóbal (Galápagos), y Diego López
Medina de Colombia, cada uno compartiendo desafíos, sueños y políticas que han
transformado sus ciudades. Animales Bogotá+1
Quizá el
momento más emotivo —y sin duda uno de los más simbólicos— fue el lanzamiento
de la Red Iberoamericana para la Protección de Animales Domésticos, bautizada DOMÉSTICA.
Fue como plantar una semilla de fraternidad entre ciudades: una plataforma para
compartir prácticas, investigaciones, programas educativos, políticas
legislativas y experiencias de cuidado animal. Animales Bogotá Leonardo
Anselmi, de la Fundación Franz Weber (socia del encuentro), lo dijo con pasión:
esta red puede cambiar el futuro de muchas ciudades, porque “permitirá
intercambiar buenas prácticas, conocimientos y causas comunes”. Animales Bogotá
Al final,
cuando las ponencias terminaron y las mesas clausuraron, se hizo evidente que
no fue solo un encuentro técnico: fue un acto de amor hacia quienes no pueden
hablar con palabras, pero transmiten tanto con sus gestos, sus movimientos y su
compañía. Bogotá, bajo el liderazgo de Hernández Llamas, dejó claro que ser
ciudad no es solo pensar en sus barrios ni en sus habitantes humanos: también
implica acoger a quienes tienen cuatro patas, un corazón que palpita, y una
presencia que transforma.
En sus
palabras de cierre, Antonio Hernández Llamas instó a todos a construir una
“cultura del cuidado compartido”: una ciudad donde la coexistencia no sea una
utopía, sino una práctica diaria. Esa imagen, dulce y potente, quedó grabada en
la memoria de los más de 350 participantes, según reportes oficiales. Animales Bogotá
Salimos de
allí no solo con ideas, sino con un deber transformado en esperanza: hacer de
nuestras ciudades lugares más compasivos, incluyentes y respetuosos. No solo
por nosotros, sino por ellos: los seres sintientes que caminan a nuestro lado y
merecen un mundo donde también se les valore, se les señale con ternura y se
les proteja con voluntad.