Por: Diana Rodríguez
En los tiempos que corren, donde el ruido del mundo muchas veces ahoga las voces del alma, llega como una suave brisa la obra de Kassandra Tocker, "Las reflexiones de julio", un libro que no se lee con los ojos, sino con el corazón.
Kassandra, quien ha recorrido caminos de sanación corporal como quiropráctica y del alma como coach y conferencista, pone en nuestras manos un texto que es más que literatura: es una plegaria amorosa a la vida, un recordatorio luminoso de lo que realmente importa.
Img. propiedad Kassandra Tocker
Esta lectura es un viaje mágico hacia el corazón, donde el amor hacia el padre y la madre brilla como la estrella más luminosa en el cielo de nuestras vidas. Desde esa luz, se proyectan valores fundamentales: el respeto por quienes nos dieron la vida, la gratitud por sus sacrificios, la ternura por los abuelos que nos abrigan con sabiduría, y la fidelidad a los amigos que son familia elegida por el alma.
En cada
página, Kassandra evoca la voz del niño interior que habita en cada uno de
nosotros, ese ser inocente que aún recuerda lo sagrado del hogar, el olor de la
comida servida con amor, las palabras sencillas que contenían todo el universo:
“Gracias, mamá. Te quiero, papá.”
Este
libro no enseña desde la teoría, sino desde el alma. Es una conversación con el
corazón de quien lo lee, una caricia espiritual que nos invita a pausar, a
mirar atrás con amor y a seguir adelante con gratitud.
Léelo. Regálalo. Léelo con tus hijos, con tus padres, con tu ser querido. Porque “Las reflexiones de julio” no es solo un libro: es un espejo donde el alma se reconoce, y una luz que nos guía de vuelta a casa.
Para adquirir el libro lo pueden hacer a través de https://corcultura.org/editorial/ .
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